PASTORAL
10 de septiembre: Fiesta de Francisco Gárate, SJ.
“Yo hago buenamente lo que puedo, el resto lo hace el Señor que todo lo puede”
A Francisco Gárate (1857-1929) se le recuerda por las cosas ordinarias, la amabilidad con que trataba a los estudiantes a lo largo de los muchos años en que trabajó de portero en centros educativos de la Compañía. Nos invita a hacer de lo ordinario algo extraordinario, a buscar a Dios en medio de la jornada, a dar un servicio inagotable envuelto en amabilidad, día y noche, a todas horas.
Francisco Gárate nació en Azpeitia – Guipuzcoa en 1857. Laboró 11 años en La Guardia como sacristán y enfermero (1877 a 1888), y 41 años y medio en Dusto, como sacristán y portero. El Decreto de virtudes heroicas le llama “el Santo de la vida ordinaria” porque cifró su santidad en cumplir a la perfección su obligación.
El hermano Gárate se entregó a todos, en todo, sin preferencias, como no fueran los pobres. Nunca tuvo tiempo para él, ni puentes ni vacaciones. En todo servía a los hermanos. “Voy, Señor”, decía cuando alguien quería algo. Iba sonriente y ágil. Veía a Dios en todo, en todos. Cuidaba de las personas. Detrás de tanta entrega latía la certeza de que amar no es otra cosa sino servir.
Fuente:
https://serjesuita.es/nos-han-inspirado/71-beato-francisco-garate
https://www.jesuits.global/es/saint-blessed/beato-francisco-garate/