PASTORAL
2 de Agosto: Fiesta de Pedro Fabro, SJ.
Pedro Fabro fue al primero que reclutó San Ignacio. Nació el 13 de abril de 1506 en el pueblo de Villarejo, Saboya. Sus padres fueron Luis Fabro y María Perisín, dueños de importantes rebaños de ovejas. “Hacia los 10 años, dice él en su memorial, sentí deseos de estudiar. No podía ser pastor y quedarme en el mundo, como deseaban mis padres. Me harté de llorar, para que me concedieran ir a la escuela. A lo que accedieron contra sus propias intenciones”. A una legua de Villarejo estaba Thones, en cuya escuela comenzó a estudiar. Aprendió pronto a leer y a escribir, lo que allí le podían enseñar y al año siguiente fue a La Roche, a una docena millas, donde permaneció hasta que se trasladó a la Universidad de París en 1525.
Pedro llegó a la capital Francesa en octubre de ese año y residía en el Colegio de Santa Bárbara, donde fue compañero de habitación de San Francisco Javier quien venía de Navarra y tenía la misma edad de Pedro. Ambos se dieron a sus estudios, comenzando con la filosofía y luego la teología. En octubre de 1529 aceptaron a otro compañero de habitación, Ignacio de Loyola, que había vivido en París más de un año, y de quien se decía que cualquiera que entrara en contacto con él invariablemente mejoraba su vida.
Ignacio tenía problemas con el griego por lo que Pedro le ayudaba con Aristóteles. Pedro guió a Ignacio en materia académica mientras Ignacio guió a Pedro en materia espiritual. Ahí en París se enteró del plan de Ignacio de seguir a Cristo y eso era lo que Pedro necesitaba para darle sentido a su vida. Guiado por Ignacio decidió convertirse en sacerdote, y poco antes de su ordenación Ignacio le predicó los ejercicios espirituales durante 30 días.
Fuente y más: LoyolaPress