31 de octubre: San Alonso Rodríguez

San Alonso Rodríguez nació en 1533 en Segovia, España. Fue un hombre dedicado y de profunda espiritualidad, aunque su vida estuvo marcada por grandes pruebas. Hijo de un comerciante, quedó a cargo del negocio familiar después de la muerte de su padre. Sin embargo, sufrió la pérdida de su esposa e hijos en un corto periodo, lo que lo llevó a replantearse su vida en busca de consuelo espiritual.

A los 40 años, Alonso ingresó a la Compañía de Jesús como hermano coadjutor en el Colegio de Montesión en Palma de Mallorca, donde pasó la mayor parte de su vida sirviendo como portero. Aunque tenía un cargo sencillo, realizó su trabajo con gran humildad y entrega, considerándolo una oportunidad de servicio a Dios. Sus virtudes de obediencia, amor y compasión le ganaron la admiración de quienes lo rodeaban, convirtiéndose en un ejemplo de santidad.

San Alonso fue conocido por su vida de oración profunda y su capacidad de consejo, ofreciendo sabias palabras y consuelo a los estudiantes jesuitas, entre ellos a San Pedro Claver. Pasó sus últimos años soportando varias enfermedades, pero siempre mantenía una actitud de paz y serenidad. Fue canonizado en 1888, y hoy es recordado como un ejemplo de humildad y fe, inspirando a quienes buscan encontrar a Dios en las pequeñas tareas cotidianas.