PASTORAL
4 de mayo: Fiesta de S. José María Rubio, SJ.
Nació en Dalías (Almería), en 1864 y muy joven aún, ingresó en el seminario. Ordenado sacerdote en Madrid, en el año 1887, fue sucesivamente destinado al ministerio parroquial en los pueblos de Chinchón y Estremera. Pasó más tarde a Madrid, donde fue profesor del seminario y notario diocesano. Por fin, en 1906, pudo entrar en la Compañía donde, terminada la formación, desde 1911 hasta su muerte, trabajó como operario apostólico en la Casa Profesa de Madrid, dedicado sobre todo a la predicación, dirección espiritual y ministerio de la reconciliación sacramental. Fue un verdadero padre para los pobres y abandonados, y formó a muchos apóstoles laicos que pudiesen atender eficazmente a las necesidades de todos. Murió el 2 de mayo de 1929, en Aranjuez. El Papa Juan Pablo II lo canonizó en Madrid, en 2003.
En los pobres veía a los preferidos del Señor, y a ellos entregaba sus energías y su tiempo, pero sobre todo ponía en ellos su amor y toda su atención. Le gustaba prestar atención a lo urgente, pero eso no le apartaba de interesarse por el futuro de los jóvenes para los que fundaba escuelas, preparando maestros seglares que se ocuparan de ellos. Anunciaba la buena nueva del Evangelio en las calles y plazas per medio de misiones populares. Construía capillas y hacía presente a la Iglesia en medio de aquella miseria. En una interpretación peculiar suya, Rubio preanunciaba ya la integración del servicio de la fe y la promoción de la justicia como una única misión inseparable.