ACADÉMICO
Emociones intensas en la Misa del Centro Histórico
Después de medio siglo, las y los estudiantes del San Gabriel, rezan y cantan a la Dolorosa en la iglesia de la Compañía. El Arzobispo de Quito felicitó a los jóvenes, por su fe y les comprometió a ser excelentes cristianos.
El domingo, 14 de abril de 2024, las y los estudiantes de Tercero de Bachillerato del plantel acudieron a la Iglesia de la Compañía con el objetivo de vivir la Procesión del Centro Histórico. Lamentablemente, por causas que salieron de las manos del colegio, no se pudo realizar la procesión, sin embargo, en un acto simbólico, los estudiantes llevaron las andas con el cuadro del prodigio, desde el ingreso del templo, hasta el pie del altar. Allí, mientras la comunidad rezaba el santo rosario, los jóvenes se turnaron para cargar las andas y luego, entregaron este honor a los jóvenes del Colegio Gonzaga.
La ceremonia estuvo presidida por Monseñor Alfredo José Espinoza S.D.B, Arzobispo de Quito; el P. Daniel de Ycaza, S.J., Provincial de la Compañía de Jesús en Ecuador; el P. Juan Cavana, S.J., y el P. Daniel Obando, S.J.
En su reflexión, el Arzobispo invitó a mirar: para ser testigos de los milagros de Jesús, se debe tener una voluntad profunda. Tocar: ser cristiano implica tener una vida cercana al prójimo; para sanar las heridas del mundo es necesario tocar las llagas de Cristo en el prójimo. Y por último, comer: vivir en comunión alrededor de la mesa, compartir lo que tenemos y dejar la tecnología para escuchar y ser escuchados.
Adicionalmente, Monseñor solicitó al Padre Provincial de la Compañía de Jesús, que el cuadro del milagro sea el que entre en la misa del Congreso Eucarístico Internacional que se realizará en el mes de septiembre de este año.
Al finalizar la Eucaristía, por primera vez en cincuenta años los estudiantes de Tercero de Bachillerato del San Gabriel y del Gonzaga, cantaron juntos el Himno a la Dolorosa. Visiblemente emocionado, el Arzobispo de Quito tomó la palabra y dijo:
“Jóvenes queridos, caminen bajo la mirada de María, con el Señor en el corazón, nunca dejen de mirar a la buena Madre de Dios y sean testigos del amor de Cristo en el mundo. La Iglesia espera mucho de ustedes, esta Arquidiócesis espera mucho de ustedes, tenemos que renovar la Iglesia”.
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